¿ Qué entendemos por lenguaje
científico ?
Es la variedad del habla que resulta de adaptar
la lengua ordinaria a la comunicación de contenidos técnicos o
científicos. El lenguaje científico está condicionado por varios
principios:
a) es necesario utilizar la lengua culta: el
nivel culto implica el uso de un código elaborado, el respeto a
la norma lingüística, la precisión al codificar contenidos y la
claridad en la exposición;
b) está obligado a utilizar palabras y
expresiones propias de la materia tratada: las cualidades del
lenguaje científico exigen la objetividad ( los hechos, los
datos y las circunstancias prevalecen sobre los sentimientos ),
la universalidad ( el enunciado puede ser entendido en cualquier
lugar ) y la verificabilidad ( posibilidad de comprobar los
fenómenos, reacciones y resultados reseñados );
c) la consideración de la capacidad del receptor
( la diferente capacidad entre un receptor especialista en la
materia y otro ignorante obliga a la redacción de textos
científicos diferentes ).
Estos condicionantes se convierten en factores
que dan lugar a unos rasgos lingüísticos específicos del texto
científico.
Características del lenguaje científico
Los condicionantes antes enumerados determinan en
el lenguaje técnico-científico los siguientes rasgos
característicos:
1. Rasgos relacionados con el nivel culto de la
lengua:
1.1. elegancia expresiva
1.2. corrección sintáctica
1.3. precisión, mediante la
utilización de tecnicismos, propios de cada rama del saber
1.4. claridad, que ofrece los
siguientes resultados lingüísticos:
1.4.1. sencillez sintáctica, con predominio de la yuxtaposición
o la coordinación sobre la subordinación
1.4.2. uso de incisos entre comas, rayas y paréntesis
1.4.3. aposiciones, explicativas o especificativas
1.4.4. tras dos puntos, definiciones, aclaraciones o resúmenes
1.4.5. uso de conjunción o con el significado de
identificación o equivalencia
1.4.6. enlaces explicativos ( es decir, esto es, a saber, etc )
1.4.7. repetición de palabras, con un valor aclaratorio ( en
otros lenguajes la repetición de palabras es improcedente )
1.4.8. adverbios o conjunciones ordenadores del pensamiento (
por fin, por lo tanto, pues, así pues, por consiguiente ... )
2. Rasgos expresivos relacionados con la materia
Además de los tecnicismos, ya comentados, el
lenguaje científico utiliza elementos gráficos, iconográficos,
cromáticos, etc y códigos tipográficos ( textos en cursiva, en
negrita, etc ), más inusuales en otros niveles.
3. Rasgos lingüísticos motivados por las
cualidades del estilo técnico-científico
El enunciado técnico-científico debe presentar
tres cualidades: objetividad, universalidad y verificabilidad.
3.1. La
objetividad se consigue
3.1.1. diluyendo la importancia del sujeto
3.1.1.1. utilización de oraciones enunciativas,
3.1.1.2. de oraciones pronominales con se impersonal o de
pasiva refleja,
3.1.1.3. de enunciados con oraciones nominales -la disolución
de las sales en lugar de las sales se diluyen- ,
3.1.1.4.de la nominalización del infinitivo -estudio de los
resultados en lugar de estudiar los resultados, etc. )
3.1.2. destacando los hechos y los datos
3.1.2.1. mediante la utilización de adjetivos especificativos
3.1.2.2. mediante el uso de oraciones de relativo
especificativas
3.1.2.3. mediante el uso de complementos preposicionales del
nombre ( la adrenalina actúa como un elemento de control
del proceso de desarrollo ... )
3.1.2.4. a través del uso del modo indicativo, el modo de la
realidad
3.1.3. determinando las circunstancias que acompañan a los
procesos
3.1.3.1. mediante la utilización de proposiciones adverbiales
3.1.3.2. a través de la utilización de complementos
circunstanciales
3.1.3.3. utilizando, para comenzar oraciones, infinitivos,
gerundios o participios
3.2. La
universalidad, el deseo de dar validez universal a la
exposición científica, se consigue a través de rasgos
lingüísticos y a través de rasgos no lingüísticos.
3.2.1. Rasgos lingüísticos:
3.2.1.1. Uso del artículo con valor generalizados, transformando
lo particular en general.
3.2.1.2. Utilización del presente atemporal, de manera que las
conclusiones científicas se presentan en un tiempo verbal
indefinido que perpetúa y universaliza el hecho
científico.
3.2.1.3. Recurso de nombres abstractos que dan categoría mental
a lo material
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Actualmente la
producción de los gases que provocan el efecto
invernadero (gases de invernadero) ha aumentado debido a
la intervención humana. Estos gases
(principalmente el dióxido de carbono - CO2)
se encargan de la absorción y retención de
parte de la energía emitida por el Sol,
impidiendo que los días sean demasiado calurosos o las
noches demasiado frías; el aumento en la
emisión de estos gases provoca grandes cambios
en el clima a nivel mundial (haciéndolo cada vez más
impredecible), sufriendo alteraciones en las
temperaturas regionales, en los regímenes de
lluvia, en la agricultura, incremento en la
desertificación y la descongelación de los
casquetes polares, elevando el nivel del mar y
causando inundaciones en las zonas costeras y
continentales en todo el mundo. |
|
3.2.1.4. Utilización de los tecnicismos por su capacidad para
precisas el nombre de los objetos y por su universalidad,
permitiendo que su contenido semántico pueda ser trasladado a
cualquier lengua ( así, el concepto de "persona que se
considera ciudadano ( πολίτης ) del mundo (
κόσμος )" se dice en inglés y en francés,
cosmopolite, en alemán, kosmopolitish,
en italiano, catalán y castellano,
cosmopolita.
3.2.2. Rasgos no lingüísticos: gráficos, fórmulas,
demostraciones matemáticas, de rango universal, de manera que
cualquier persona del mundo pueda interpretarlos de manera
inequívoca.
3.3. La
verificabilidad, que se pone de manifiesto con los mismos
rasgos no lingüísticos antes mencionados: fórmulas, gráficos,
demostraciones matemáticas o físicas, fórmulas químicas, etc.
¿Qué características tiene el léxico
científico ?
abundancia
adaptación
generalización
especialización
reversibilidad
Los nombres científicos de
la medicina deben ser caracterizarse por la concisión,
univocidad, fácil memorización, de origen latino o griego, no
tener relación con nombres propios, adjetivación similar para
los órganos con estrecha relación topográfica, adjetivación
opuesta por caracteres distintivos
¿Cómo surge el léxico científico?
La creación del léxico
filosófico y científico europeo es obra exclusiva de los
griegos, que no contaron con otros antecedentes más que con los
recursos de su propia lengua. No heredaron de los indoeuropeos
ni copiaron de pueblos vecinos un vocabulario especializado. El
léxico científico surge del lenguaje de la calle, utilizado en
las charlas o en las tertulias en el ágora. De aquí extraen
términos científicos que nada tenían que ver con la ciencia o
con la filosofía: por ejemplo, διάγραμμα significa "dibujo",
θεώρημα es "espectáculo", πρόβλημα significaba "cosa que se
tira, que se arroja, delante de alguien" y σύνταξις es
"disposición, orden de combate".
Por otro lado, el griego
desarrolló enormemente dos procedimientos que ya existían en la
lengua indoeuropea, pero que no alcanzaron semejante desarrollo
en otras; a saber, la derivación y la composición de nuevas
palabras. Por el procedimiento de la derivación, un lexema podía
recibir variados sufijos para obtener nuevos vocablos. Por el de
la composición, dos palabras podían soldarse hasta constituir
una nueva palabra, a veces con un significado tan denso y
completo que sólo puede traducirse mediante una oración ( así,
νεφεληγερέτα sólo se puede traducir como "amontonador de nubes".
De esta manera, la
palabra griega es una unidad compleja formada por prefijos,
sufijos, morfemas, desinencias ... que sugiere un contenido
semántico muy rico, imposible de imitar en ninguna otra lengua.
Las lenguas europeas han
heredado buena parte del léxico griego adoptando palabras
completas o utilizando recursos, como prefijos ( ἀμφί-, ἀπὸ- ) o
sufijos ( -ιτις, -ωμα, -σις ). En la expansión de la lengua
griega por Europa influyó sobremanera el imperio romano.
¿ Cómo se
introduce el léxico griego en castellano ?
En la lengua castellana
existe un importantísimo número de palabras griegas. Estas han
llegado a través de diversas vías.
1. Muchas palabras nos
han llegado a través del latín. No
olvidemos que la convivencia entre comunidades latinas y griegas
duró varios siglos en la Magna Grecia, al sur de Italia, y en
otras colonias griegas del Mediterráneo. Así que un gran acerbo
de palabras son incorporadas al latín y sometidas a las reglas
fonéticas y morfológicas del latín. Unas son de origen popular (ἀποθήκη >
apotheca > bodega y
botica; βαλάνειον > balneum >
baño ), otras cultas ( ἰδέα
> idea > idea;
φιλοσόφια > philosophia >
filosofía; μουσική
> musica > música; τραγῳδία
> tragoedia >
tragedia; σκήνη > scaena >
escena ). A veces, se trata de
sufijos ( -ίζειν > -izare > -izar
). O son calcos del griego que se crean en latín ( πρόνοια >
providentia > providencia; ποιότης
> qualitas > cualidad ).
2. Del griego
de los cristianos nos llegan
diversos helenismos ( acólito, ángel, apóstol,
arcángel, basílica, Biblia, blasfemia, diócesis, episcopal,
eucaristía, evangelio, iglesia / eclesiástico, mártir, monacal, obispo,
presbítero ... ).
3.
Por medio de la
dominación bizantina en España
( s. VII ) que, aunque no fue muy duradera, su elevado nivel cultural sí
dejó su impronta, pues utilizaba el griego como lengua de transmisión.
4.
En la Edad Media
( SS. VII - XV ) es
incesante la actividad comercial entre Occidente y Oriente
.
5.
El islam desempeñó un importante papel en la difusión de
la cultura y la ciencia griegas: la filosofía de Averroes ( s.
XII ) se inspiró en Platón y en Aristóteles; el médico Avicena (
s. XI ) siguió la línea de Galeno ( s. II d.C. ). A través de
ellos, penetraron vocablos griegos, ligeramente deformados por
la fonética árabe o por la anteposición del artículo al- (
alambique < ámbix < ἄμβιξ
, alquimia, acelga, altramuz,
jazmín < iásminos, ἰάσμινος, almorrana,
quilate < kerátion < κεράτιον... ).
5. Desde
el s. XV, tras la toma de Constantinopla por los turcos,
se difundieron por Europa Occidental numerosos manuscritos
griegos, desconocidos hasta entonces. La invención de
la imprenta extendió esta nueva
cultura como una mancha de aceite. La ciencia occidental empieza
a desarrollarse, a partir del s. XVI, y muchos científicos se
inspiran en modelos griegos: Vesalio y Harvey sentaron las bases
de la anatomía moderna a partir del método de disección de
Galeno
( 129 -
†199
); Stevin admiraba los modelos de mecánica de Arquímedes;
Copérnico resucitó la hipótesis de Aristarco con la teoría del
heliocentrismo; la química de Dalton se inspiró en la hipótesis
del atomismo de Demócrito y Leucipo; los libros de Euclides
fueron utilizados en Inglaterra en el s.XIX como libro de texto
de geometría ...
Por tanto, a partir del
Renacimiento resurge el interés por la cultura
grecolatina.
En estos siglos se produce la incorporación del
mayor número de vocablos de origen grecolatino a las lenguas
romances, vocablos que conservan gran fidelidad
fonética con la forma originaria, sin las alteraciones fonéticas
o morfológicas que requiera la lengua adoptiva. Son vocablos de
múltiples disciplinas: del campo de la medicina (agonía,
anatomía, narcótico, epidemia ), de las matemáticas (
aritmética, diámetro, paralelo );
de la zoología ( cocodrilo, delfín,
anfibio ); del campo de la botánica (
narciso, opio, menta ); de la
geografía ( clima, meteoro, horizonte
); de la historia ( bárbaro, aristocracia,
déspota, anarquía ); de la filosofía (
sofista, hipótesis, método, tesis
); de la mitología ( musa, coloso, esfinge
), de la lingüística ( alfabeto,
biblioteca, drama, oda, sintaxis ).
6. En la época
contemporánea se han creado nuevos términos a partir del
griego, llamados neologismos para designar inventos o conceptos
nuevos ( psicología, microscopio,
helicóptero, fotografía, teléfono ), lo que evidencia que
el griego es un filón inagotable para crear nuevos vocablos.
Ciertamente la vía
grecolatina no se ha cortado en la actualidad. Durante los siglos XIX y
XX, la gran expansión industrial, técnica y científica precisan de
nuevos vocablos, de rigor conceptual, que den nombre a los nuevos
descubrimientos. Es la época de la creación de los neologismos, palabra
de nuevo cuño que da nombre a un objeto o a un concepto nuevos:
periscopio, microscopio, teléfono, teletipo, etc.
¿ Cómo surgen nuevos neologismos ?
El origen de los
neologismos es variado. Muchos de ellos proceden de la utilización de
uno o más vocablos de una o varias lenguas en composición, normal o
híbrida, es decir, utilizando varias palabras de una misma lengua o de
dos lenguas distintas, respectivamente. A cada descubrimiento, al
resultado de cada investigación, le sigue la ceremonia de creación de un
término nuevo.
Los neologismos se
obtienen de varias maneras:
-
con lexemas
griegos: de ἤλεκτρον
“ámbar” y λύσις
“disolución”
se
obtiene
electrolisis; de
ἰχθύς
“pez”
y
σαύρος
“lagarto” se obtiene
ictiosauro;
-
con lexemas
latinos:
de
planta “planta
del pie; planta” y
gradus
“paso; acción de andar” se
obtiene
plantígrado,
de
herba “hierba” y
-vorus,
segundo elemento que significa “que come”, del vb.
vorare “comer”
obtenemos herbívoro;
-
con un
lexema griego y otro latino ( el neologismo obtenido a partir
de lexemas pertenecientes a distintas lenguas se llama
híbrido ): del lat.
anxius
“angustiado” y del gr. λυτικός “que
disuelve”, a partir de λύσις “disolución”
obtenemos ansiolítico;
-
con
uno
latino o griego y otro de una lengua romance
( también se obtiene un híbrido ): del gr.
ἀντί
“contra”
y del cast. cuerpo procede
anticuerpo; o
burocracia, del fr.
bureau y el gr.
κράτος
”poder,
dominio”.
En algunos
casos la formación de un híbrido no está suficientemente justificado, de
manera que, incluso, existe un neologismo puro: por
ejemplo,
existe el híbrido del griego y el latín
miosutura en lugar del griego *miorrafia,
o el latino y griego lucoterapia en lugar del griego
fototerapia.
Pero también se da la doble posibilidad: el neologismo junto con el
híbrido: el neologismo, ombrómetro y el híbrido
del latín y el griego, pluviómetro. Y calcos
griegos en latín: entomófago /
insectívoro; artiodáctilo /
pardigitígrado.
A veces el
neologismo es de invención totalmente arbitraria. La palabra
gas
fue inventada en el S. XVII, sugerida por el vocablo griego
χάος
“caos, materia
en pleno desorden”. En efecto, en 1600, Jan
Baptista van Helmont estudió los vapores producidos en la combustión,
los aisló y consideró que se trataba de un tercer estado de la materia,
distinto del estado sólido y del estado líquido. Como la característica
de estos vapores es la ausencia de una forma definida, los denominó con
el nombre de χάος, es decir gas.
A pesar de la preponderancia del latín y el griego en la creación de
neologismos, en los últimos tiempos una de las características del lenguaje
científico moderno es la creación de neologismos a partir de voces de
lenguas modernas, especialmente del inglés. Sin embargo, ese léxico no
es productivo. El alemán
quarz ofrece dos neologismos, cuarzo, cuarcita
y casi nada más. El compuesto ingles
feed-back no pasa de ser un
préstamo en nuestra lengua que, con frecuencia, se traduce por
“retroalimentación”.
¿ Por qué la lengua griega no tiene
competidores serios para la creación de nuevas palabras ?
Básicamente por dos motivos:
1. Las palabras creadas a partir del griego son
asimiladas, simultáneamente y sin resistencia, por la mayor parte de las
lenguas de cultura actuales; son términos internacionales, fácilmente
reconocibles por cualquier persona con una formación básica.
inglés |
francés |
alemán |
italiano |
catalán |
castellano |
cosmopolite
telephone
syntax
synthesis
phonetic |
cosmopolite
téléphone
syntaxe
synthèse
phonètique |
kosmopolitish
telephon
syntax
synthese
phonetik |
cosmopolita
teléfono
sintassi
sintesi
fonética |
cosmopolita
telèfon
sintaxi
síntesi
fonètica |
cosmopolita
teléfono
sintaxis
síntesis
fonética |
2. Los neologismo de origen griego encuentra un
importante respaldo en otros términos, pertenecientes al mismo campo
semántico, que ya existían en la lengua adoptiva: así, el neologismo
cosmonauta está respaldado, por un lado,
por cosmos, cosmografía, cosmopolita, etc,
y, por otro lado, por náutica, nauta, naumaquia,
nautilo, etc. En cambio, los anglicismos que nos invaden no
encuentran este apoyo, presentan un aspecto exótico, foráneo, y sólo son
admitidos a través del uso insistente al que somos sometidos por los
medios de comunicación.
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